10/7/11

DIARIO DE MI DOMESTICIDAD




















































“ Los objetos cotidianos, no suelen contar, al menos aparentemente, grandes historias. Ellos hablan de historias domésticas, historias que no suelen aparecer en las páginas de los libros y que cuando aparecen en los diarios, en los periódicos, lo hacen en las páginas interiores, en titulares a una sola columna. Tal vez por eso ocupan muy especialmente las narraciones, las obras creadas por mujeres. Son las mujeres las que tradicionalmente se han ocupado de la casa, sus tareas y es ese universo cerrado donde están la mayoria de las cosas.

La construcción que se hace del mundo a partir de una cotidianeidad ofrece sin duda perspectivas diferentes. La propia casa tiene lecturas diversas si las hace un hombre o una mujer, aunque la casa sea por esencia una referencia femenina, es el hogar, el útero, el lugar donde estamos protegidos. Pero las cosas han cambiado y los valores tradicionales; lo que creemos ver como una repetición de historias anteriores ya no es más así. Nos queda pues sentir que las cosas son parte de nosotros mismos y que de ahí proviene ese enigma que las rodea, están siempre esperando a que algo nuevo, diferente, les haga salir, como en los cuentos infantiles, del silencio para convertirse en personajes. El mundo de todas las cosas, donde nosotros somos los invitados incapaces de ver y percibir la realidad, son tan sólo fogonazos de luz, fragmentos de ilusión 1 ”_1 Olivares R. Revista Exit nº 11 , agosto-octubre 2004